Por Amalia Sato
Figura múltiple, que está en todas partes, como una esfera, un ejecutivo del astral, un mensajero, un guardián, un observador de las almas perdidas. Entre los orixás y las almas, el Exu. Ante 400 agentes del bien, los poderes malvados son la mitad más uno. Entre unos y otros, el exu. Tan ambiguo el exu que lo confunden con el diablo, por su capacidad de juego y travesura.
Las máscaras del exu son tantas como pueblos africanos llegaron a Brasil y así sus apodos: el de las siete encrucijadas, arabizado, de oriente, del circo, del pandero, de Caló o sea de Francia, España o Portugal, rumano, con violín, de ciudades de comercio de esclavos, del garito.
Gilberto Freire cuando lo gana el amor se recuerda mamando del pecho de sus amas de leche negras, y termina Casa Grande e Senzala invocando, así de repente, cuando tiene que cerrar el magno trabajo, la tristeza negra, el banzo, que llevaba a los esclavos a comer tierra hasta morir. Cuando levantan sus altares y ofrendan los platillos más exquisitos, se dan un panteón vitalista, y crean una figura que lidiara con las dos caras de todas las cosas, que no olvidara el caos que precede a la creación, para usar un término clínico adoraron a un bipolar, un mediador que no duda en quedarse 16 años con Oxalá para aprender cómo se hacían los humanos. Con Curupira y Nossa Senhora Aparecida, parte de un panteón que no pierde su contacto con este mundo, alguien que no permite claudicar en el deseo.
Exu regula el karma. Aparece en Doña Flor y sus dos maridos, la novela de la picaresca de Bahía, y es figura clave en ese retorno del más allá de un alma en pena, único caso de un fantasma que puede permanecer en este mundo y seguir siendo sin culpa y sin creársela a una viuda. El popular Vadinho altera el límite entre el más allá y el aquí y ahora.
… el santo de Vadinho era Exu y ningún otro. ¿Si Exu es el diablo, como consta por ahí? Tal vez Lucifer el ángel caído, el rebelde que enfrentó la ley y se vistió de fuego.
Comida de Exu es todo cuanto la boca prueba y come, pero bebida es una sólo, la cachaza pura. En las encrucijadas Exu aguarda sentado sobre la noche para tomar el camino más difícil, el más estrecho y complicado, el mal camino según el decir general, pues Exu sólo quiere saber de travesuras.
Exu más travieso el de Vadinho.
Exu ampara al alma rebelde, a la que nadie ofrenda. Exu aparece revestido con los ropajes del deseo, con los oropeles de la pasión que no muere. Sólo pedía la miel y la risa de doña Flor. Exu, curandero de las tribus africanas, mastica las enfermedades una a una y salva a Vadinho.
Texto publicado en Dueños de la encrucijada, Editorial Arte Brujo, dirigida por Juan Batalla y Daniel Barreto, Buenos Aires, 2008.