Por Alfredo Prior
Vuelvan las madres que enseñaban a sus hijos a moverse en el paisaje onírico. Sean las canciones de cuna las preciosas lecciones de geografía zodiacal y los estribillos sagrados. Recuérdese la infancia como la travesía que se inicia en la cuna, que es un ataúd, que es una barca, que es un pez.