INFANTERÍA 

Texto para el catálogo de la muestra INFANTERíA, obra gráfica, de Gustavo Schwartz. Galería Arcimboldo (directora Pelusa Borthwick), Buenos Aires, julio 2016.

Por Amalia Sato

Pinturas apaisadas que son a la vez escenas de una obra de teatro, ilustraciones de una video performance y/o láminas de un teatro de papel kamishibai, tal cual lo registran los varios blogs que Gustavo Schwartz administra a modo de libretas de apuntes. 

También sueltas funcionan como tablas ex votos, retablos, (sobre todo la de lengua y hueso), documento de prodigios. Con destreza el lápiz digital se sometió a cientos de pasadas de color para ilusionarnos con la posibilidad de un mundo pictórico de recursos clásicos, creado con la saturación corporal de posibilidades tecnológicas. 

Personajes calavera y esqueleto en efecto RX, con destellos de azúcar coloreado de un pop mexicano más que de macabra danza medieval moralizante, y homenajes al dorado de la iconografía religiosa consagrada. 

Con los fragmentos de su texto Schwartz da las pistas de la saga de un padre que lega a su hijo la bala que le perforó el cráneo en una guerra colonial en la India, y la historia del hijo que, entre tantas guerras posibles, elige luchar con la Triple Alianza en América. Porque no hay remedio mejor, lugar mejor que el campo de batalla, dice en el poema. De a pie, casi sin protección, solo con armas portátiles y en la primera línea de fuego. 

Amalia Sato, 2 de julio 2016.